Conoce la historia que dió lugar a los alimentos concentrados, su evolución y situación de calidad actual.
A principios del siglo XIX, los grajeros de Norte América tenían perros que se dedicaban a la caza de diferentes animales salvajes como medio de subsistencia. Adicionalmente con la producción de granos, la cual tenía silos en las granjas agrícolas, necesitaban de gatos cazadores que capturaran pájaros y ratones que estuvieran a los alrededores.
Con el tiempo estos animales tuvieron acceso a los hogares, alimentándose de la misma comida de sus dueños tales como: harinas, carne y vegetales.
A principios del siglo XX cuando empieza la segunda guerra mundial, los perros fueron una herramienta militar para detectar los campos minados, pero como tenían que caminar largos trayectos con los soldados, no era conveniente caminar con proteína (carne animal) al 100% debido a su peso. De esta manera desarrollaron la comida concentrada, la cual era menos pesada y podían cargarla para alimentar los perros.
Desde ese momento, empieza la industria del concentrado en los alimentos para perros y posteriormente para gatos, desarrollando los pellets con harinas, subproductos (picos, patas, pescuezos, pezuñas, etc.) de animales de producción (pollo, carne, cerdo, pavo y pescado) con los que se alimenta el ser humano, bajando ostensiblemente los costos de producción de estos.